sábado, 3 de diciembre de 2011

CÓMO DINAMIZAR UN CURSO E-LEARNING EN LAS FUERZAS ARMADAS


En estas líneas pretendo analizar si la enseñanza virtual en el ámbito de las Fuerzas Armadas (FAS) presenta o debe presentar una características específicas o si, por el contrario, no difiere sustancialmente de la que se lleve a cabo en cualquier otro ámbito.
Del resultado de este análisis deduciremos hasta qué punto resultan de aplicación las estrategias dinamizadoras de grupo que podrían aplicarse en cualquier otro ámbito y en qué medida se requieren estrategias distintas.

Características específicas del grupo en las FAS
A nadie se le escapa que las FAS constituyen una institución claramente jerarquizada. El empleo es el elemento externo más evidente de esa jerarquía; y junto con la antigüedad determinan un orden concreto de prelación.
La cohesión y hasta cierto punto la homogeneidad del grupo son también características específicas dignas de resaltar. Son muchas las cosas que unen al grupo: los mismos principios y valores, la misma formación y similares experiencias.
El amor a la responsabilidad, el espíritu de sacrificio y el compañerismo son valores compartidos que proporcionan al grupo unas características específicas, con independencia de su importancia como elementos de cohesión.
Por último, no quisiera concluir este punto sin hacer una mención expresa a la disciplina.
Algunas personas que no forman parte de la Institución y no conocen en profundidad los valores sobre los que se asienta, piensan que la obediencia “es ciega” en las FAS, que carecemos del menor espíritu crítico; que nos limitamos a decir “a sus órdenes”, sin más, y todo resuelto. No es así, en casi treinta años de servicio he podido comprobar que el análisis, la opinión, la coherencia y el espíritu crítico están permanentemente presentes en la toma de decisiones. En este sentido, la disciplina nunca incidirá en el campo académico para alterar la ideas y opiniones de los alumnos, ni su exteriorización.

Estrategias dinamizadoras.
A la vista de las características específicas que presenta el grupo en el ámbito de las FAS, podemos deducir que en la planificación de estrategias dinamizadoras deberían considerarse los siguientes aspectos:
-        En la fase inicial.
En la fase inicial las estrategias tendentes a cohesionar al grupo pueden no ser necesarias. Simplemente con la presentación de sus miembros puede quedar cubierto este aspecto.
El empleo de las reglas de netiquette se producirá de forma prácticamente espontánea, al igual que la comunicación entre los miembros.
En esta fase lo esencial es establecer las normas de funcionamiento del curso y de los canales de comunicación, así como los mecanismos y procedimientos de evaluación. La guía didáctica cobra especial relevancia.
-        En la fase de desarrollo.
Lograr la participación de todos los miembros del grupo es el reto más importante. El liderazgo formal de los miembros de mayor empleo y antigüedad puede desplazar a algunos miembros y limitar su participación.
Puede reforzarse la motivación de los miembros atendiendo a esos valores intrínsecos de la Institución.
La planificación, el diseño de actividades y la gestión del tiempo son imprescindibles en esta fase, pero no diferirán esencialmente de lo que es necesario realizar con cualquier grupo.

Conclusión
Las características específicas de las FAS condicionan algunos aspectos la dinámica de grupo en un curso en la modalidad e-learning. En la fase inicial la cohesión del grupo está prácticamente garantizada; la comunicación entre los miembros y el empleo de reglas de netiquette se producirá espontáneamente.
En la fase de desarrollo, ante el liderazgo formal de los alumnos de mayor empleo, será necesario velar para que el resto de los miembros participen activamente y sin complejos.
La motivación puede lograrse recurriendo a los valores intrínsecos de la Institución.
Básicamente el resto de los aspectos a considerar en la estrategia dinamizadora serán similares a los empleados con cualquier otro grupo.


domingo, 27 de noviembre de 2011

EL VALOR DEL TIEMPO


En esta ocasión publico, como actividad del curso, una reflexión personal sobre el aprendizaje adquirido en la Unidad Didáctica 2: “Uso eficiente de las herramientas a disposición del tutor.”  

Los objetivos del módulo eran: conocer las herramientas básicas para la tutoría online, con especial atención a las que ofrece la plataforma Moodle; conocer algunas de las herramientas Web 2.0 y herramientas de autor para la tutoría online; y adquirir estrategias para utilizar didácticamente estas herramientas para la tutoría online; y, ciertamente, si me paro a pensarlo, creo que los objetivos se han logrado, pero ¿a qué precio? 

En estas líneas pretendo realizar una crítica, eso sí, constructiva, sobre la eficiencia en la formación on-line.

Aspectos susceptibles de mejora. 

  1. La presentación del módulo.
Cualquiera que lea la guía didáctica del módulo dirá que no está de acuerdo conmigo, dirá que es muy completa y detallada. Y tiene razón. Lo es. Por eso mismo me parece un lujo ocupar tantas palabras (siete páginas, nada menos) para explicar cómo enfrentarnos al aprendizaje de unos contenidos más o menos elementales. 

  1.  El empleo del foro.
El foro se parece una clase presencial donde todos hablan al mismo tiempo. Y los que tiene la loable intención de escuchar, antes que hablar se encuentran con la costosa tarea de leer y leer mensajes. Casi todos los días más de 100.

 Y lo peor no es leer los mensajes, lo peor es que la mayoría de las veces no aporta nada a nadie, salvo al que lo escribe, que normalmente tiene un verdadero problema. ¿Cómo hago tal cosa?; pues yo no tengo ni idea de cómo…, yo no sé que pasa pero se me ha ido el …, pues a mi me sale un aviso de … son expresiones habituales.

Pero qué pasa cuando los mensajes tratan realmente de responder a las preguntas del tutor. Pues que únicamente mediante numerosas aproximaciones y tras varias horas, se llega a tener una idea muy somera, básica y elemental del problema o concepto sometido a discusión.

  1. Los contenidos.
Entiendo que los contenidos deberían proporcionar un armazón sólido que permitiera contar con los conocimientos imprescindibles para comenzar una discusión en el foro. De otra forma, los avances en el conocimiento de la materia se producen muy lentamente y teniendo que recurrir el alumno a contenidos externos no siempre fiables. 

 En resumen

El método de aprendizaje no proporciona al alumno un entorno agradable para el aprendizaje. La necesidad de comunicarse constantemente para causar una buena impresión en el tutor es contraproducente desde el punto de vista docente, pero como tiene efectos beneficiosos en la evaluación, el alumno actúa en consecuencia.

Al final se logran los objetivos, pero a costa del empleo de un tiempo precioso. Al inicio del curso algún tutor nos dijo en un mensaje que con un par de horas al día era suficiente para sacar adelante el curso. ¡Qué ufano!, ciertamente que los contenidos no debieran exigir más tiempo, pero la mayor parte de los mortales necesitamos 6 u 8 horas. Así que algo falla.

En definitiva, es necesario buscar mecanismos más eficiente (con menor coste en horas de trabajo) para este tipo de formación no presencial.

EL CENTRO NEURÁLGICO DE LA ENSEÑANZA VIRTUAL

El nuevo concepto de web 2.0 está provocando una importante evolución en el campo de la enseñanza virtual. Cada día es más habitual el empleo de numerosas herramientas de generación de contenidos, como redes sociales, blogs, wikis, etc. con fines docentes.

Ante esta situación cabe preguntarse dónde quedan los Sistemas de Gestión de Aprendizaje (SGA) o Learning Management Systems (LMS) que hace tan solo unos pocos años se presentaban como la panacea de la enseñanza virtual.

Con estas líneas pretendo reivindicar el empleo de plataformas como elemento integrador de la formación on-line.


Del LMS al Campus Virtual

En principio, un LMS no es más que un software instalado en un servidor concebido para crear, impartir y gestionar cursos a través de redes informáticas (intranet o internet).

Los propios contenidos docentes constituyen, sin duda, el elemento básico de un LMS. No cabe entender la acción formativa reglada sin la estructura coherente y ordenada que proporciona al alumno la presentación secuencial de contenidos. Pero a partir de aquí estos sistemas incorporan otra serie de instrumentos para facilitar el aprendizaje, la gestión de alumnos y la acción tutorial fundamentalmente. Así, estas herramientas permiten el registro de alumnos y su acceso a determinados cursos, su seguimiento a través de los contenidos, proporcionan canales de comunicación, fundamentalmente a través de foros y chat, entre profesores/tutores y alumnos y facilitan la labor de evaluación o acreditación de capacidades y competencias. Normalmente quedan al margen de los LMS las herramientas de creación de contenidos  conocidas generalmente como Learning Contente Management Systems (LCMS).

Si comparamos las necesidades de alumnos y profesores/tutores, con lo visto hasta ahora, fácilmente podemos concluir que existen un gran numero de ellas que no quedan debidamente cubiertas, como la inscripción y pago de la matrícula, el acceso a bibliotecas digitales y a determinada información de interés (noticias, conferencias, etc.), el acceso a otras herramientas de creación de contenidos (blogs, wikis, etc.) o que favorezcan el trabajo en grupo y colaborativo…

Queda mucho que hacer en el ámbito de la enseñanza on-line, pero las TIC nos proporcionan la base tecnológica necesaria para abordar el reto de evolucionar desde las actuales plataformas o LMS a lo que algunos autores han calificado como verdaderos Campus Virtuales, donde se recreen, en un entorno virtual, todos los servicios propios de un Campus y otros más específicos de este entorno.

Las futuras plataformas, lejos de perder su protagonismo, por la aparición de otras herramientas vinculadas al concepto web 2.0, están llamadas a conformarán el centro neurálgico de la enseñanza on-line, integrando las que sean necesarias, como único medio de dotar a la enseñanza no presencial de la imprescindible coherencia formativa.


miércoles, 23 de noviembre de 2011

A LA VANGUARDIA, PERO... ¿HACIA DÓNDE?

Me proponen que explique cómo se puede obtener información a través de la sindicación de contenidos o de las redes sociales y transformarla en contenidos útiles para el aprendizaje personal o la docencia.  
Después de darle muchas vueltas creo que la pregunta tiene trampa. No es lo mismo utilizar estas herramientas para un aprendizaje informal, que como verdaderas herramientas docentes en un determinado curso.

En el primer caso, que duda cabe. A mi, como me gusta la economía, me vienen muy bien las herramientas de sindicación para acceder más rápidamente a los contenidos web que me interesan; y que duda cabe que aprendo leyéndolos. Pero, recordemos que la pregunta es ¿cómo se transforma en contenido útil para el aprendizaje?

Si soy economista, valoro rápidamente lo que leo, soy capaz de detectar inconsistencias y rechazar, en su caso, los argumentos, pero ¿y si no lo soy?

A mi juicio, también es posible transformar esa información en contenidos útiles para el aprendizaje, pero requiere mucho tiempo; requiere rechazar constantemente lo que creías aprendido, al comprobar que esa idea ya no se sostiene con los nuevos aprendizajes. En definitiva, es similar al método de prueba y error aplicado a un aprendizaje más o menos elemental.

Pero decía al principio que no es lo mismo emplear estas herramientas para un aprendizaje informal, que emplearlas con una finalidad docente. En este último caso, es necesario dirigir al alumno hacia páginas que ofrezcan contenidos de calidad. De otra forma, se corre el riesgo de que incluso con todo su esfuerzo no alcance las capacidades deseadas.

Pero incluso suponiendo un buen asesoramiento a la hora de elegir las páginas web a visitar, ¿cómo sabe el tutor que lo que allí se publique es acorde con los objetivos del curso o de la Unidad Didáctica?, ¿no podría darse la situación de que, por ejemplo, los contenidos que se estén publicando sobrepasasen la capacidad del alumno para comprenderlos en un determinado momento de su formación y, que le resultaran nimios en otro? Yo entiendo que sí. La única manera de asegurar la utilidad de estos contenidos es que su publicación esté en manos del tutor o que pueda llegar a conocerlos de cualquier forma. Y, en todo caso, ¿por qué no emplea la plataforma para dirigir al alumno a las páginas que le resulten de utilidad en cada momento?
 
Me da la impresión de que el objetivo es estar a la vanguardia aunque no sepamos muy bien a dónde vamos.